¿Quieres vender tu casa? por cambio de residencia, por motivos laborales, por motivos personales, económicos, vivienda heredada … etc.
Tu razón para vender puede estar ahí o quizás te mueva otra distinta, el caso es que quieres vender y punto.
Si quieres vender tu casa de verdad, tienes que ser realista
Hay quien pone una propiedad en venta para tantear las posibilidades que tiene de vender a un precio determinado y luego se arrepiente o le sube.
Veamos algunos casos bastante comunes en el mercado inmobiliario.
«A mi no me hace falta vender«
A menudo oímos «a mi no me hace falta vender» o «no tengo ninguna prisa por vender» o «si no me pagan lo que pido no pienso vender»
-Si el precio incluye el valor sentimental, que sepas que nadie te lo pagará. En ese caso mejor que te la quedes para ti, nadie más sabrá apreciarla y quererla como tu.
Vender una casa – Valor sentimental
-¿Piensas que la vivienda subirá y estarás ahí para vender el primero? Estas muy equivocado. Cuanto más estancado está el mercado, más nos animan las estadísticas, piénsalo.
La zona mejorará – vender una casa
-La zona mejorará dentro de poco … ¡Este piso dentro de unos años valdrá mucho más ! Tu vendes AQUÍ Y AHORA y tu posible comprador analiza lo que ve a su alrededor. Espera unos años, total no tienes prisa y lo venderás a un precio mucho más alto … O quizás no!
Vender una casa reformada
– Le has hecho un montón de reformas y eso vale dinero que se le añade al precio. La reforma está a tu gusto, cierto? Dirás materiales de primera! Si pero el que visita tu casa para comprar no comparte ni el 50 % de tus preferencias, otra cosa que le guste el piso por la orientación, ubicación y superficie, pero en cuanto a gustos …
Si realmente quieres vender tu casa debes enfrentar la venta de manera realista y sincera con tus intereses pero dentro del mercado de tu ciudad o pueblo. ya que estadísticamente en ciudades como Madrid y Barcelona el mercado está desbordado, pero no son datos reales de tu ciudad.
O tal vez quieres tener la vivienda en los portales rodando un mes tras otro y de vez en cuando le bajas un poco el precio por si alguien interesado aprecia tu descuento y se anima a comprar.
Detrás de cada vivienda hay una historia, pero lejos de que el comprador aprecie lo positivo de la tuya, lo más importante es que permitas el acceso a una posible compra .